El papa Francisco pidió hoy la solidaridad internacional para aliviar las consecuencias del terremoto de magnitud 7,2 que azotó la mañana de ayer, sábado, el sur y otras zonas de Haití, dejando al menos 304 muertos y cuantiosos daños materiales.
Tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro, el Santo Padre expresó su cercanía "a las queridas poblaciones afectadas duramente" por el violento sismo, su constante oración por las víctimas y su ánimo a los supervivientes.
Asimismo, el Sumo Pontífice expresó su más profundo deseo que "se mueva el interés participativo de la comunidad internacional, y que la solidaridad de todas pueda aliviar las consecuencias de la terrible tragedia registrada en la víspera Haití".