La llegada de las vacunas ha generado mucha división entre los países ricos y los pobres, una gran muestra es que los países ricos han acaparado rápidamente los inmunizantes y los países con escasos recursos han quedado en “lista de espera” hasta que haya más vacunas.
Ante esta diferencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los fabricantes de las vacunas contra la COVID-19 que compartan al dispositivo internacional COVAX la mitad de su producción de dosis de este año. Aunque este programa debía ayudar a los países pobres a acceder a las vacunas, al 4 de junio, solo ha suministrado más de 80 millones de dosis a 129 países y territorios, una cantidad mucho menor de la prevista.
Por ello, Tedros Adhanom, director general de la OMS, hizo la solicitud de manera pública: "Pido a todos los fabricantes dar a COVAX el derecho al primer rechazo (o sea que se le propongan prioritariamente las dosis Ndlr) sobre los nuevos volúmenes de vacunas o comprometerse a poner a su disposición el 50% de sus volúmenes a COVAX este año”. Añadió, que la inequidad en la vacunación es una “amenaza para todas las naciones” no solo para los que tienen menos acceso a ellas.