El suceso se registró en la ciudad mexicana de Michoacán; allí unos hijos creían que lloraban y velaban a su madre, pero cuando abrieron el ataúd se percataron que era el cuerpo de un hombre. Denunciaron a la funeraria ‘Santa Cruz’ por entregarles el cuerpo equivocado.
Según revelaron sus indignados familiares, la mujer que falleció tenía 61 años, dejó de existir por una cirrosis hepática, no por coronavirus como todos pensaban, por lo que su cuerpo fue trasladado sin problemas del hospital a la funeraria para los preparativos.
Al ser entregado el cuerpo, los trabajadores de la funeraria pidieron a la familia no abrir el féretro por las restricciones del coronavirus, algo que los sorprendió ya que no murió por el virus. Tras el escándalo, el cuerpo de la mujer fue ubicado y entregado a la familia correcta.