Equipos de rescate liberaron a decenas de ballenas, que quedaron atrapadas en un cordón de una isla en Nueva Zelanda. Se trataría de la segunda vez que quedan varadas tras llevarlas al océano el lunes, cerca de Farewell Spit, el arenal natural más largo del mundo, situado al noroeste de la Isla Sur, así lo informaron fuentes oficiales.
Al menos 28 ballenas piloto (“Globicephala melas”) fueron trasladadas a aguas profundas, donde nadan libremente, dijo a la agencia de noticias EFE Trish Grant, la asesora y portavoz de Comunicaciones del Ministerio de Conservación (DOC) neozelandés.
Los mamíferos son vigilados por un equipo de rescate y varios voluntarios para actuar en caso de que se produzca algún percance.