Ante el alarmante incremento del número de monos en la localidad de Lopburi, Tailandia, las autoridades de este país se vieron obligadas a realizar una campaña masiva de esterilización de estos animales.
La iniciativa tuvo como objetivo castrar a 500 monos, machos y hembras a fin de frenar su proliferación. Expertos han planteado sacar a todos los monos de la ciudad y agruparlos en otro lugar especial fuera de la localidad.
En tres años, la población de los macacos se multiplicó por dos y ya son 6.000 los ejemplares que se han apropiado de las calles. Esto ha provocado que varios negocios cierren y que los ciudadanos busquen refugio en sus casas.
El problema es que los monos hambrientos y salvajes protagonizan peleas, causan destrozos y agreden a los humanos en busca de alimentos. Esta situación se ha complicado debido al impacto en la economía que ha provocado la expansión del Covid-19.