Estados Unidos y China han firmado un acuerdo que cierra el primer capítulo en la guerra comercial que las dos principales potencias vienen librando desde hace casi dos años. El acuerdo abre el mercado chino a más compañías estadounidenses, especialmente del sector financiero y supone un aumento de las exportaciones de productos agrícolas estadounidenses.
El acuerdo, de 86 páginas pone fin a dos años de tensas negociaciones, tras la ofensiva de un presidente que, como ha recordado el viceprimer ministro chino, Liu He. Pero, este, mantiene en vigor los aranceles a productos de origen chino, por el valor de 360.000 millones de dólares.
Según Donald Trump, estos gravámenes permanecen vigentes para que Estados Unidos pueda tener “una herramienta negociadora” de cara a la segunda y última fase del acuerdo, cuya negociación ha dicho el presidente empezará inmediatamente.