En el 2014, Marissa Mowry fue contratada como niñera para cuidar a un pequeño. En ese entonces, ella tenía 22 años y él 11. Según confesó la mujer, al poco tiempo de entrar a trabajar comenzó a tener sexo con el menor.
Testimonios dados en la corte de la Florida, Estados Unidos, por los implicados, señalan que la niñera no usaba protección cuando abusaba de el menor. De acuerdo al Tampa Bay Times, ese mismo año dio a luz y renunció al trabajo.
Pasaron cuatro para que el menor le confesara todo a su mamá, ya que quería conocer a su hijo. Por ello, la indignada madre contactó a la policía y realizaron una prueba de ADN, que confirmó la paternidad de la víctima.
Tras un largo juicio, la corte sentenció el pasado miércoles a 20 años de prisión a la exniñera. Una vez que salga de la cárcel estará 10 años más bajo libertad condicional, pues representa un peligro para los menores, señala la sentencia.
Hoy en día, Marissa Mowry tiene 28 años; el joven abusado, 17; y el bebé de ambos, 5.