La Policía hondureña descubrió un túnel cerca de la cárcel de máxima seguridad El Pozo I, ubicada en el oriente del país, por donde delincuentes planeaban fugar. En la casa desde donde se hacían las excavaciones se detuvo a once personas.
El jefe policial indicó que las investigaciones apuntan a que el objetivo era presuntamente conectar el predio mediante el túnel con la cárcel El Pozo I, para facilitar la "fuga masiva" de cientos de reclusos considerados de alta peligrosidad.
Las autoridades detuvieron también a una mujer, cuya identidad no fue precisada, fue aprehendida en las inmediaciones del predio intervenido, cuando iba a dejar comida a los otros diez detenidos encontrados excavando el túnel.
En la cárcel, debido a su alta peligrosidad, los reos, aproximadamente unos mil, están aislados casi todo el tiempo, y no se les permite ningún tipo de visitas, excepto de sus defensas cuando el caso lo amerite, según las autoridades hondureñas.