El sumo pontífice aprobó una ley sin precedentes. El papa Francisco emitió nuevas reglas para que los sacerdotes y monjas católicas de todo el mundo reporten abusos sexuales y encubrimiento en la iglesia católica.
La medida fue tomada por el mismo Santo Padre obliga a los clérigos y religiosos a denunciar cualquier sospecha o caso de agresión sexual y acoso. Por ello, las diócesis del mundo contarán con un sistema accesible al público.
De esta forma, se presentarán los informes de denuncias que deberán ser revisados en un plazo no mayor de 90 días. Estas decisiones se dieron a conocer mediante una carta emitida por el papa titulada "Ustedes son la luz del mundo".
El papa Francisco subrayó que "los crímenes de abuso sexual ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas y dañan a la comunidad de los fieles", dice el texto.
La ley también condena todo tipo de violencia sexual especialmente contra niños, adultos en situación de vulnerabilidad, religiosas, seminaristas o novicios mayores de edad.
