El inusual hecho ocurrió en Londres. Natalie Kunicki, se encontraba en su cuarto con unas amigas viendo series en Netflix, cuando por no querer pararse por el control remoto, se estiró, provocando un sonido en su cuello, que ignoró porque pensó que era un 'conejo' común y corriente.
Sin embargo, cuando quiso levantarse para ir al baño, se dio cuenta de que no podía moverse. Apenas intentó pararse se cayó porque sus piernas no respondían. En un primer momento no quiso alarmarse porque pensó que estaba ebria, pero al prolongarse la situación llamó a un médico.
''Me levanté e intenté caminar hacia el baño y me balanceaba por todas partes. Miré hacia abajo y me di cuenta de que no estaba moviendo la pierna izquierda y luego me caí al suelo. Mi amiga tuvo que venir a recogerme. Pensé que estaba borracha, pero sabía que algo más estaba mal'', manifestó la joven.
Al llegar a un hospital cercano, los médicos la revisaron y descubrieron que, debido a su estiramiento, una arteria en el cuello se le había reventado, lo que le ocasionó un coágulo de sangre en el cerebro.
