Con todo lo liberal y adelantada que por momentos nos parece la sociedad hoy en día, lo cierto es que aún existen muchos temas tabú, especialmente cuando hablamos de la sexualidad. Por ello a veces se desatan controversias que para muchos resultan hasta incómodas de discutir.
Hablar de sexo hoy día parece lo más normal, ¿pero qué pasa si tocamos el tema refiriéndonos a otros grupos de personas, como por ejemplo quienes sufren de discapacidad? El ambiente suele tornarse bastante denso, ¿verdad?
Aunque muchos no lo crean o se nieguen a creerlo, el impulso sexual natural del ser humano no es ajeno a las personas discapacitadas. No obstante, muchas organizaciones que velan por su bienestar ni siquiera tocan el tema.
Vincent vive en Taiwán y se encuentra postrado en una silla de ruedas a causa de la poliomielitis. Como discapacitado, reconoció en carne propia el problema que era vivir su sexualidad en la condición en que estaba, por ello tomó la decisión más polémica de su vida y creó ‘Hand Angels’.
¿Qué es Hand Angels?
Según detalla Vincent a BBC Mundo, esta ONG tiene por objetivo ayudar a obtener placer sexual a las personas con problemas graves de movilidad. “He tenido una vida difícil. Por eso cuando veo a alguien con discapacidad como yo, lo siento por ellos”, señala.
“Es un proceso completo, desde tocar a la persona hasta ayudarle a llegar al orgasmo”, explica. El servicio es prestado por voluntarios y dura unos 90 minutos. Sin embargo, como ellos mismos confiesan, pueden pasar hasta unos seis meses preparándose.
“Antes de empezar cada servicio tenemos un largo periodo de tiempo discutiendo el estado de un usuario”, dice Daan. Sin embargo, como es de esperarse, el tema se torna espinoso. Las críticas no han tardado en llegar por parte de quienes ven en esto una forma de prostitución.
Anan, otra voluntaria, no tiene mayor problema. “Si piensan que soy una trabajadora sexual, me parece bien”, declara. Hasta el momento la organización ha ayudado a seis personas, quienes aparentemente han reconocido la utilidad de este servicio.
“Para mis padres soy siempre una niña. Una niña no necesita sexo”, comenta una usuaria que solo se identificó como Mei Nu y que necesitó de una traductora. Para ella, el poder vivir experiencias que por su condición le estarían vetadas ha significado un gran cambio en su vida.
“Durante la entrevista Vincent y yo hablamos mucho y yo también hice muchas preguntas, así que después de la entrevista yo realmente quería que ocurriera”. “En el proceso estuve bastante satisfecha y sentí que lo que no había podido tener antes, ahora sí podía, así que estaba contenta”.
Hands Angels se defiende de sus detractores aduciendo que lo que hacen es legal en Taiwán “Muchas personas cercanas, homosexuales, heterosexuales o bisexuales no tienen una vida feliz. Tienen un montón de problemas con su vida sexual”, afirma Vincent.
“Yo quiero vivir en un entorno en el que pueda ser feliz y en el que pueda ayudar a mis amigos a ser felices también”. ¿Qué te parece esta iniciativa?