Rufino Borrego de 56 años pasó la mitad de su vida en silla de ruedas. Por error le diagnosticaron una distrofia muscular incurable en un hospital de Lisboa, Portugal. En aquel entonces tenía 13 años. Desde ese momento, pasaron 43 años, estuvo en una silla de ruedas.
Pero en 2010, tras una caída, un neurólogo le informó que el diagnóstico que había recibido cuatro décadas atrás era completamente erróneo, ya que lo que realmente tenía era un mal que le debilitaba los músculos (miastenia).
Tras la sorprendente noticia, tomó la decisión de rehacer su vida. Le demandó un año aprender a caminar nuevamente; ahora es común verlo pasear por los parques de su barrio en la localidad de Alandroal, en el sureste de Portugal.
El hombre dice ahora tener una vida plena y no guarda rencor a los médicos que lo diagnosticaron erróneamente, ya que admite que la miastenia era una enfermedad poco conocida en la década de los 60. "Solo quiero vivir mi vida", explicó.
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