El día de mañana, martes 30 de junio, tendrá una característica muy especial : será un segundo más largo. Sí, a las 23:59:59, el reloj marcará 23:59:60 antes de dar las 00:00:00. "La rotación de la Tierra se ralentiza gradualmente y los llamados segundos intercalares sirven para ajustarlo", comenta Daniel MacMillan, del Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA.
Este incremento en el tiempo no será percibido por la población mundial, a menos que estén utilizando programas informáticos que se bloqueen por no ser capaces de asimilarlo, informa National Geographic.
"Es una interrupción importante sobre todo porque hay un gran número de sistemas que no están preparados para manejar este salto de segundos correctamente", aclara Levine Judá, físico del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) en Boulder, Colorado.
Pero este hecho no es nuevo. Los segundos adicionales se inventaron en 1972, cuando científicos añadieron diez segundos de forma seguida. En los 80 los especialistas añadieron un segundo cada año y la última adición ocurrió en 2012, asegura Andrew Johnson, geógrafo del Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian.
Todo este proceso es consecuencia del cálculo del tiempo atómico, una medida basada en las vibraciones dentro de los átomos, que han demostrado ser más exactas que cualquier otro método de cronometraje que los seres humanos hayan creado hasta la fecha.