Una nueva polémica se ha generado en el mundo del fútbol a raíz de una serie de denuncias por parte de diversos usuarios de la redes sociales quienes informaron de manera indignada sobre la presencia de una esvástica en el césped del estadio Poljud de Split en Croacia en un partido que enfrentaba a la selección de dicho país y a Italia.
El recinto deportivo había sido suspendido por cánticos racistas de los hinchas croatas en un partido anterior ante Noruega, por lo que este último encuentro tuvo que realizarse sin público. Por tal motivo, los aficionados tuvieron que ver el duelo a través de la televisión y de esa manera se percataron del símbolo nazi que estaba en el gramado.
Ante esta situación, la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarović, manifestó su rechazo ante lo sucedido. "Este acto ha supuesto un daño inconmensurable a la reputación de los ciudadanos croatas y a su tierra en todo el mundo. Por lo tanto, debemos finalmente poner fin a este tipo de cosas", afirmó la presidenta en un comunicado.
Por su parte, el Presidente Ejecutivo de la Federación Croata de Fútbol, Damir Vrbanovic, valoró el acto como un "ataque al fútbol" y aceptó que la "vergüenza" se quedará en el fútbol de su país. "Este es un claro ataque a fútbol y que será, sin duda, severamente castigado. Fue un movimiento calculado. Las cámaras identificarán a los autores, pero la vergüenza se quedará", declaró.
En el descanso del cotejo, un jardinero intentó borrar el cuestionado símbolo aunque la imagen ya había dado la vuelta al mundo a través de Internet. Croatas e italianos empataron a un gol en un partido que quedó opacado por el controversial emblema en el terreno de juego.
(Foto: Twitter)
