Adelantando las celebraciones por su cumpleaños número 77, el Papa Francisco recibió la visita sorpresa de los niños del dispensario pediátrico de Santa Martha, que se encuentra ubicado en el mismo Vaticano.
La llegada de los pequeños formó un alboroto en la Santa Sede. Cuando el Sumo Pontífice se dispuso a levantar en sus brazos a uno de ellos, el pequeño le saco el solideo, gorro que solo se puede quitar durante la misa para honrar a Dios.
La situación le causó gracia al Papa y solo atinó a sonreír por la travesura del niño. Luego de esta divertida escena el Santo Padre sopló las velas del pastel y los niños armaron rompecabezas ante la audiencia.
No es la primera vez que un niño se acerca y hace de las suyas junto al Papa, pues en octubre pasado, un pequeño se abrazó a sus piernas y se apoderó de su silla, mientras el Santo Padre pronunciaba una Homilía en la Plaza de San Pedro.