El director de una escuela en la provincia de Mendoza se dio una gran sorpresa cuando, entre los libros enviados por el Ministerio de Educación argentino para los alumnos, encontró literatura erótica. De inmediato, se generó la polémica por el contenido sexual explícito de los textos de la editorial Colihue, comprados y distribuídos por el Estado.
La autoridad de la Escuela Técnica Ingeniero Guillermo Villanueva del departamento de Maipú, Osvaldo Calvente, aseguró que "los profesores se horrorizaron cuando vieron los contenidos de los libros", y enfatizó que "el vocabulario y las imágenes violentas no son adecuadas para un chico”.
En tanto, el Estado expresó que los libros enviados no son de carácter obligatorio y que los profesores deben evaluar "la pertinencia y el abordaje pedagógico". Los mendocinos denunciaron que los libros también ridiculizan sus creencias religiosas.