La trifulca se inició cuando congresistas opositores al gobierno tomó el estrado del Parlamento con la intención de interrumpir la votación, que buscaba aprobar el referéndum sobre la culminación de las obras de la cuarta planta nuclear en la isla.
Varios legisladores terminaron heridos tras una agitada discusión entre los congresistas, pertenecientes al Partido Nacionalista del presidente Ma Ying-jeos y del Partido Progresista Democrático, quienes se empujaron, golpearon, cogieron de los pelos e incluso lanzaron botellas de agua.
Esto debido a que parte de la población se opone a la construcción de más centros de energía nuclear, que es considerado un riesgo inaceptable por los habitantes, quienes temen una desgracia debido a que la isla es propensa a los sismos.