El cantante puertorriqueño Bad Bunny, ha vuelto a estar en el centro de la controversia en el mundo de la música. Recientemente, el artista ha presentado una demanda contra un fanático que subió varios videos de uno de sus conciertos.
El concierto en cuestión tuvo lugar el pasado 21 de febrero en la ciudad estadounidense de San Lake City. Según informes del medio estadounidense 'TMZ', Bad Bunny está exigiendo una indemnización aproximada de 150.000 dólares por cada uno de los videos publicados.
La demanda de Bad Bunny se fundamenta en que él es el único propietario de los derechos de su música en vivo, y que el individuo que grabó y difundió los videos no tenía autorización ni consentimiento para hacerlo, razón por la cual el contenido debe ser retirado de la plataforma.
CRÍTICAS DE LOS FANÁTICOS
Esta decisión del cantante ha generado revuelo entre sus aficionados, muchos de los cuales consideran que grabar un concierto es una práctica común. Sin embargo, para Bad Bunny, el acto constituye una explotación indebida de su música e imagen.
A pesar de un primer intento por retirar los videos de YouTube, Bad Bunny no logró evitar que los videos fueran recuperados por el fanático. Ante esta situación, el cantante ha optado por llevar el caso a los tribunales.