Alejado de las cámaras de televisión, Michael Finseth recuerda sin esfuerzo los episodios que grabó hace casi dos décadas para la rankeada teleserie Mil oficios que conquistó los hogares peruanos en el 2001.
Como antídoto a la nostalgia, cada sábado se postra frente a su televisor y graba desde su smartphone las escenas que protagonizó ‘Memo’, su más querido personaje que lo llevó a la fama, a través de las pantallas de Panamericana Televisión, canal que ha vuelto a transmitir la exitosa serie “que reunió a la familia peruana en un momento complicado”, según nos cuenta.
<Todos los sábados estoy sentado viendo el programa, aparte que estoy en cuarentena, y si no lo estuviera, también trataría de verlo. Hay capítulos que no he visto, porque en ese momento cuando pasaban la serie, a las 8 p.m., nos encontrábamos trabajando>>, sonríe.
SU DEBUT EN TV
Atento a cada escena, Michael revela que se anticipa a los diálogos y recuerda con nitidez lo que viene después de cada acto. La lucidez de su memoria le permite también rememorar el día en que recibió esa llamada que le cambiaría la vida en el año 2000.
Antes de ser 'Memo', era un veinteañero estudiante de Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Había pasado por infinidad de pruebas escénicas infructuosas, por eso es que tenía el espíritu pesimista cuando desde el canal 5 le dijeron “te vamos a llamar”, esa trillada frase que suelen repetir los reclutadores a quienes presentan su currículum vitae en una empresa.
Finseth, tal como Le decía su profesora Mercedes Cabanillas—la exministra de Educación del primer Gobierno de Alan García—, le concedió el permiso de retirarse de clase solo por unas horas para que pueda ir al casting. Ya en la avenida Arequipa, compitió con tres debutantes actores, muy jóvenes, entre ellos estaba César Ritter, quien daría vida más adelante a ‘Lalo’.
<<Ese mismo día me llamaron y me dijeron Michael has sido seleccionado para el personaje. Tienes que venir mañana para recoger los guiones, comenzar pruebas y lecturas. Ahí comenzó parte de todo lo que vendría a ser Mil oficios. Al día siguiente supe recién quién era Efraín Aguilar y Gigio Aranda, el reconocido guionista. Solo conocía a algunos actores como Fernando Farrés, Irma Maury, Aurora Aranda y Adolfo Chuiman. Los demás éramos desconocidos>>
¿CÓMO EMPEZÓ MIL OFICIOS?
Empezamos grabaciones de la serie con un equipo mínimo. No grabábamos todavía interiores porque no había. La Quinta de San Efraín, el escenario donde ocurría todo, tampoco estaba terminada.
<<Yo me acuerdo que sacaban backings de un tremendo almacén ubicado al fondo del Coliseo Amauta. Con eso se construyó la Quinta, con material de programas anteriores como Nubeluz, Fandango, Natacha>>, se ríe.
Al inicio fue muy complicado, porque no sabíamos que íbamos a ir de lunes a domingo. No solo por las grabaciones, sino por las giras. Hay demasiadas anécdotas pero el equipo humano fue el mejor.
¿QUÉ REPRESENTÓ PARA TI MEMO?
'Memo' me facilitó el poder interiorizar a un Michael más alocado, a veces irresponsable, que se creía el bacancito del barrio, el que tenía la razón y no daba su brazo a torcer.
A 'Memo' siempre lo amé y siempre lo voy a amar porque es el primer personaje que hice en televisión y que la gente recuerda. Como primer personaje le tengo mucho cariño. Además, Memo me dio la posibilidad de viajar en combi y que no me cobren.
Yo vivía en Barranco y en la Punta (Callao). Me quedaba rápido la avenida Venezuela donde quedaba el Coliseo Amauta. Chapaba mi combi y yo iba con mi gorro y lentes. El cobrador me quedaba mirando y la gente también. El chofer me decía, ¿compare tu eres el de la serie no? Yo le respondía no, no soy. ¡No, sí eres! oooye compadre, un autógrafo para mis hijos! “Y eso que era solo el segundo mes”>>
“A QUIEN EFRAÍN NO MANDABA AL CARAJO NO LO QUERÍA”
Siempre he sido bien autocrítico y buscaba el consejo de Fernando Farrés y Adolfo chuiman. Yo preguntaba Adolfo ¿qué te parece esto?- Me parece perfecto Maicol, me decía.
El consejo de ellos fue espectacular. Efraín Aguilar era nuestro guía, como el padre de nosotros. Fue el que nos decía desde: “muy bien hijo, hasta un “Oye carajooo”. A quien Efraín no mandaba al carajo no lo quería.
“Algunas escenas como el palayentis, lalo locura, memorex, se alargaban un poco. Los camarógrafos seguían grabando”, entonces aparecía Efraín y nos regañaba, pero descubrimos que la gente se reía. Y dijo “oye esto funciona. No nos íbamos del guion, habían parámetros que se repetían por historia.
¿QUÉ SIGNIFICÓ MIL OFICIOS PARA EL PERÚ?
Yo siempre he dicho que uno se debe al público, sin ellos uno no es nadie. Sin ellos el programa no funcionaría, nosotros nos debemos a las personas detrás de esa pantalla. Mil oficios fue eso, una serie que reunió a la familia peruana en un momento complicado donde salimos de un problema de un desempleo fatal, donde los padres tenían que hacer desde una a cuatro labores.
¿CREES QUE ALGUNA SERIE HA SUPERADO A MIL OFICIOS?
El nivel de Mil oficios en cuanto a sintonía, porque llegábamos a 50 puntos de rating, apego del público, creo que no. Posiblemente hayan habido producciones con muy buen rating, como ‘Al fondo hay sitio’, pero creo que Mil oficios era un grupo de personas comunes y corrientes en un barrio cualquiera. Esa era la conexión.
¿CÓMO AFRONTASTE EL FINAL DE MIL OFICIOS?
A mí me da mucha pena como terminó Mil oficios, me da nostalgia el ver que la serie que lo hicimos con mucho cariño haya terminado de esa forma. Es doloroso el que te hayan puesto un final de Memo que no tenía nada que ver con su personaje.
¿POR QUÉ TE ALEJASTE DE LA TV?
Yo me alejé de la televisión porque me fui a Piura, estuve como director comercial de una fábrica y ahora tengo un negocio de construcción. Me viene a Lima porque mi mamá tiene justamente un problema en el corazón, se va a operar y justo me agarró la cuarentena.
¿DESEAS VOLVER A LA TV?
Ya estando en Lima no le cierro la posibilidad a nada. Me encanta la conducción, todo lo que vea con el arte. Lo bonito de todo esto es que el público te reconoce por tu trabajo. Es lo más alentador que uno puede tener.
¿A QUÉ TE DEDICAS AHORA?
Con mi socio Claudio Galarreta, somos representantes en el Perú de una marca internacional que se llama Sorbos, el primer sorbete comestible 100% biodegradable y aromatizado. Es un sorbete innovador con 8 sabores. Combina todo tipo de bebidas. El sorbete es comestible en todo momento. Pueden entrar a la página Sorbos Perú, viene con autógrafo. (risas).
UTILIZAS TUS REDES SOCIALES PARA REPRENDER A QUIENES NO ACATAN LA CUARENTENA
Tengo algo de político dentro de todo porque todos debemos tener algo de político como ciudadanos. La reflexión y desazón de ver a algunas personas que no respetan la cuarentena, porque no quieren al resto. La única vacuna con el coronavirus en este momento es tu solidaridad, mi solidaridad y con mi comunidad.
¿TIENES PRETENSIONES POLÍTICAS?
No sé qué suceda en el futuro, nadie lo sabe, pero si algún día llega la opción de poder trabajar por el país, estaré ahí.