En las celdas del antiguo penal de Tarapoto, los presos vivían hacinados más de 600 internos cuando el lugar solamente podía albergar a 130 personas.
La hora del rancho era simplemente un infierno y el consultorio médico era un sueño. Esta semana se inauguró un nuevo penal Pampas de Sananguillo, el cual intenta ser un paliativo al problema de la saturada población carcelaria en Tarapoto. El Dominical.