Por varios meses, Anna Sorokin vivió en hoteles cinco estrellas, iba a fiestas exclusivas del jet set y viajaba en aviones privados. Su belleza y audacia la llevó a codearse con los personajes más importantes de New York, Estados Unidos, sin tener dinero.
Se presentaba ante el mundo como una rica heredera alemana, su poder de convencimiento sorprendía a muchos, ya que obtenía créditos, prestamos personales y donaciones con gran facilidad, sin ninguna garantía.
Esta joven de nacionalidad germano-rusa estafó a celebridades, artistas, banqueros y amigos durante más de un año, nadie se explica cómo hizo para entrar en exclusivas fiestas y asociaciones para cometer sus estafas.