La FIFA volvió a encender la polémica a menos de un año del Mundial 2026. Los precios oficiales de las entradas —publicados esta semana— han provocado indignación entre los aficionados al fútbol de todo el mundo, que acusan a la organización de excluir al público común con tarifas que superan los 8 mil dólares.
¡SIETE VECES MÁS CAROS QUE EN QATAR 2022!
Según el portal oficial de la FIFA, las entradas para la final en el estadio MetLife de Nueva York se dividen en tres categorías: US$4.185, US$5.575 y US$8.680, sin descuentos para niños o grupos. Estos precios superan hasta en siete veces los del Mundial Qatar 2022, donde los boletos para la final rondaban los US$1.500.
El organismo además estableció precios variables en la fase de grupos según la “popularidad percibida” de los equipos. Por ejemplo, los partidos de Argentina, Brasil o México costarán entre US$265 y US$700, mientras que las entradas para selecciones como Panamá o Paraguay inician en US$140. Sin embargo, la FIFA no ha explicado cómo se calcula dicha “popularidad”.
HINCHAS CALIFICAN INCREMENTO COMO "TRAICIÓN"
La Football Supporters Europe (FSE) denunció que la política de precios es “extorsiva” y solicitó suspender de inmediato la venta de entradas. “Es inaceptable que los precios dependan del atractivo del partido. Es una falta de respeto a los aficionados más fieles”, afirmó la organización en un comunicado.
En la misma línea, la Embajada de Aficionados de Inglaterra calificó las tarifas como “una bofetada” a los seguidores que viajan cada cuatro años para acompañar a su selección. Fanáticos de distintos países advirtieron que asistir a todos los partidos podría costar más de US$16.000, volviendo al Mundial un evento reservado solo para las élites.
FIFA GUARDA SILENCIO
Hasta el momento, la FIFA no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la polémica. Mientras tanto, las asociaciones de hinchas advierten que continuarán presionando para renegociar los precios y garantizar una distribución más equitativa de las entradas, especialmente para las federaciones nacionales.
El debate sobre el costo del espectáculo mundialista pone en evidencia la creciente brecha entre la pasión popular y el negocio del fútbol, justo cuando el torneo se prepara para su edición más ambiciosa: tres sedes (EEUU, México y Canadá) y 48 selecciones en competencia.


