En un momento histórico para el futuro del Tíbet, el dalái lama declaró que su fundación, el Gaden Phodrang Trust, será la única autoridad para reconocer a su sucesor, cerrando la puerta a cualquier interferencia del gobierno chino en el proceso de reencarnación. “Nadie más tiene autoridad para interferir en este asunto”, afirmó, blindando así el linaje del liderazgo espiritual tibetano.
UNA DECISIÓN EN RESPUESTA AL PUEBLO TIBETANO
El dalái lama explicó que la decisión se tomó tras recibir peticiones de tibetanos dentro y fuera del Tíbet, quienes temen que China imponga un dalái lama bajo su control, como ocurrió con el panchen lama, desaparecido desde 1995 tras su secuestro por las autoridades chinas. La hoja de ruta establece que su fundación, en consulta con los jefes de las tradiciones budistas y los oráculos protectores, llevará adelante la búsqueda de su reencarnación según las tradiciones tibetanas.
El anuncio se produce en la antesala de su 90º cumpleaños y en medio de la 15ª Conferencia Religiosa en Dharamshala, la capital del exilio tibetano en la India, donde se ultiman detalles de las celebraciones que reúnen a monjes de alto rango, peregrinos y figuras públicas como Richard Gere, generando gran expectativa en la comunidad internacional.
CHINA INSISTE EN CONTROLAR EL PROCESO DE REENCARNACIÓN
La reacción de China no se hizo esperar. El Ministerio de Exteriores aseguró que la reencarnación del dalái lama debe respetar el “procedimiento de la urna dorada” y las leyes chinas, insistiendo en que la decisión “no puede ser tomada por un solo individuo”. Pekín considera al líder tibetano un separatista y ha reiterado que el proceso de reencarnación debe desarrollarse bajo supervisión de su gobierno, manteniendo así la tensión entre ambas partes.
En marzo, el dalái lama ya había adelantado en su libro Voice for the Voiceless que su sucesor nacería fuera del territorio chino, un mensaje que se refuerza con esta declaración oficial que busca proteger la continuidad de la causa tibetana. Mientras el Templo Tsuglhakhang en Dharamshala se llena de oraciones y ofrendas por su larga vida, la mirada del mundo se centra en la resistencia pacífica de un pueblo que busca preservar su fe y liderazgo espiritual frente a la presión de China.