Este lunes, Cusco vivió un momento de profunda carga histórica con la llegada de los restos simbólicos de Fernando Túpac Amaru, el hijo menor de José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac Amaru II, y de Micaela Bastidas. El acto marca el cierre de un largo proceso de repatriación simbólica, tras más de 240 años de ausencia.
Decenas de personas se reunieron en el aeropuerto Alejandro Velasco Astete para recibir el cofre de madera que resguarda los restos, el cual fue traído desde Madrid, España, y que presenta una talla en alto relieve de la ciudadela de Machu Picchu.
El alcalde provincial de Cusco, Luis Pantoja Calvo, encabezó la comitiva y anunció que los restos serán homenajeados con una ceremonia pública en la Plaza Mayor. “Hoy se escribe una nueva historia. Fernando Túpac Amaru, que fue encarcelado injustamente tanto en el Perú como en España, vuelve simbólicamente a su pueblo”, expresó la autoridad a RPP Noticias.
El retorno de los restos fue posible gracias a un trabajo de investigación de casi tres décadas, que incluyó gestiones diplomáticas con el Arzobispado de Madrid y la Cancillería peruana. Como parte del proceso, también se obtuvo la partida de defunción original del descendiente del líder revolucionario.
Una caravana ciudadana acompañó el traslado del cofre hasta el corazón de la Ciudad Imperial, donde se realizará el homenaje final. Según el alcalde, el entierro simbólico tendrá lugar en la Plaza Mayor, por ser “el sitio más importante de la historia del Cusco y símbolo de lucha y libertad”.