El transporte público se ha convertido en verdadero campo de batalla. Cuando el caótico tráfico, el estrés y la cólera desatan la furia de las personas, hay quienes terminan protagonizando violentos enfrentamientos ante la sorpresa de los demás pasajeros.
Momentos tensos se vivieron en el Metropolitano, cuando un ciudadano peruano le reclamó a una pareja de venezolanos por haber huido de su país. Este desatinado comentario provocó que el joven extranjero agarre a golpes al sujeto.
Otro hecho fue el de un anciano, quien de manera iracunda y a manotazos obliga a un joven para que le ceda el asiento. Por si fuera poco, insulta al resto de personas que le increpan su actitud violenta.
Cabe señalar que estas peleas no son exclusivamente de los hombres, las mujeres también se agarran a arañones y jaladas de cabello, tratando de solucionar sus diferencias. Tal es el caso de una pasajera del Metropolitano que reaccionó de forma agresiva contra la orientadora de la unidad.
Sin embargo, no solo el Metropolitano se ha convertido en un escenario de discusiones, el tren eléctrico no se queda atrás. El caos se desató al interior del ferrocarril, cuando una usuaria se enfrentó a otra porque esta no le quiso dar el asiento a una mujer con su niño en brazos.
Sin duda, estas son personas que no miden donde se agarran a golpes ni ante quienes muestran ese desagradable comportamiento.