Polémica en torno a la farmacéutica Pfizer, después de que algunos medios revelaran que en 2015 uno de sus tratamientos contra la artritis reducía las posibilidades de padecer alzheimer en un 64 %.
Sin embargo el laboratorio decidió no llevar a cabo un costoso ensayo clínico para indagar en un posible nuevo uso del medicamento, y tampoco hizo público los datos, según ‘The Washington Post’.
Al respecto, la compañía señala que se procedió de esa manera por razones científicas, ya que la probabilidad de un estudio clínico exitoso era baja.