En cuestión de minutos, un incendio devoró parte de la zona comercial de Belén, dejando pérdidas materiales y evidenciando nuevamente las carencias del sistema de emergencia de Iquitos. Los testimonios recogidos revelan una combinación peligrosa: estructuras de madera, equipos ineficientes y una respuesta tardía que pudo terminar en tragedia.
ZONA COMERCIAL EN LLAMAS
Un incendio de gran magnitud se registró en la intersección de las calles Elías Aguirre y Alfonso Ugarte, en el distrito de Belén, Iquitos. El fuego se inició en el local “Irmita”, dedicado a la venta de embutidos, y se extendió con rapidez hacia otros tres negocios cercanos, impulsado por la presencia de materiales inflamables y la estrechez de los establecimientos.
Las llamas generaron una densa columna de humo visible a varios kilómetros, provocando pánico entre los vecinos y comerciantes. Muchos intentaron rescatar pertenencias, mientras otros observaban impotentes cómo el fuego consumía todo a su paso. Los bomberos tardaron en llegar y tuvieron que enfrentar la emergencia con recursos limitados.
DENUNCIAN FALTA DE APOYO Y RECURSOS
Los testigos del siniestro denunciaron que los bomberos no contaban con suficiente presión de agua ni equipos adecuados para controlar las llamas. “Llegaron, pero sin agua. No tienen cisternas ni mangueras en buen estado”, reclamó una vecina, quien exigió mayor apoyo estatal para el Cuerpo de Bomberos de Iquitos.
Un ciudadano, arriesgando su vida, subió al techo de un edificio con un extintor en mano para impedir que el fuego alcanzara otros comercios. Mientras tanto, vecinos organizados intentaban contener las llamas con baldes de agua y retirar balones de gas para evitar explosiones. La emergencia dejó en evidencia la crítica situación de quienes enfrentan diariamente este tipo de desastres con escasos recursos y sin protección adecuada.


