El Valle del Mantaro, ubicado en la región de Junín, es famoso no solo por su impresionante paisaje andino sino también por su rica diversidad agrícola. A una altitud de 3295 metros sobre el nivel del mar, el distrito de Zapallal destaca por producir más de 200 tipos de papas nativas, un tesoro agrícola que los locales cultivan con dedicación y orgullo.
Los agricultores de Zapallal, como muchos en la provincia, ven en la agricultura no solo una forma de subsistencia sino una pasión. "Soy agricultora desde hace aproximadamente 10 años", compartió una agricultora. "La tierra es lo más importante para nosotros porque es la fuente de nuestra alimentación", añadió.
PAPA A LA HUANCAÍNA: EMBLEMA DE EL VALLE DEL MANTARO
Esta abundancia de papas nativas no solo sustenta económicamente a las familias de agricultores sino que también ha dado origen a uno de los platos más emblemáticos del Perú: la papa a la huancaína. Originario de Huancayo, este potaje ha ganado reconocimiento no solo nacional sino también internacional.
"Es un plato emblemático del Perú a nivel mundial originario acá de Huancayo. Hemos ganado el concurso de investigación de la papa la huancaína para hacer marca denominación y origen de este plato tan representativo emblemático de nuestra nación", explicó Mario Pérez, del restaurante El Padrino en Huancayo, para detallar sobre la importancia cultural y gastronómica de este aperitivo.
"Buscamos conservar su receta original utilizando rocoto amarillo nativo de Huancayo, un ingrediente que está en peligro de extinción, junto con quesillo y papas nativas en su preparación", agregó.
El plato ha sido tan significativo que ha sido registrado como marca denominación de origen, asegurando que su legado y autenticidad se preserven. La preparación tradicional de la papa a la huancaína implica licuar ají amarillo con leche, queso, galleta y un toque de aceite, lo que resulta en una crema rica y colorida que se sirve sobre papas cocidas.