La violencia y criminalidad no tiene cuando acabar. Dos ladrones merodean cerca de una farmacia ubicada en una zona céntrica de Tingo María; y cuando llega el momento justo, ingresan a cometer su fechoría.
Con cascos de motocicleta para evitar ser reconocidos, entraron a robar en el establecimiento. Poco les importó la presencia de una pequeña niña que nada entiende de la situación.
Reducen a una mujer mayor y se toman el tiempo de rebuscar por los cajones con la finalidad de llevarse absolutamente todo. Luego aparece en escena un presunto trabajador de la farmacia que también es reducido, y como si no fuera suficiente, este desfachatado lo golpea con la cacha de la pistola, para también robarle sus pertenencias.
UN ACTO CRIMINAL MÁS
Un panorama similar se vivió en Sullana, donde un sujeto a mano armada entró a robar, también, a una pequeña farmacia.
Este sujeto ingresó a la caja, tomó todo el dinero de las ganancias del día, para después huir junto con un cómplice que lo esperaba afuera con una moto lineal.
Pese a que los afectados pusieron la denuncia en la comisaría, las autoridades no han podido dar con el paradero de estos facinerosos.