El espíritu navideño ha llegado con fuerza a distintas ciudades del Perú, llenando de alegría y color a sus habitantes. En el distrito tacneño de Gregorio Albarracín, se inauguró el árbol de Navidad más grande del país, con imponentes 45 metros de altura, iluminando las calles y contagiando de algarabía a los vecinos.
En Cañete, la Plaza de Armas se iluminó con el encendido de un majestuoso árbol de Navidad. Mientras tanto, en Nuevo Chimbote, se encendió un árbol de 15 metros de altura, decorado con 75 mil luces LED, 1000 guirnaldas y 500 bolas de Navidad, creando un ambiente festivo inolvidable.
En Huaraz, José Wurtele, un entrañable abuelito, personifica a Santa Claus transmitiendo un mensaje positivo para todos. En la ciudad de Wari, decenas de niños elevan la fiesta navideña con trajes típicos y escenifican pasajes bíblicos como pastorcillos huarinos.
En Arequipa, un creativo residente construye un nacimiento mecatrónico cada año, desafiándose a sí mismo para mejorar y agregar nuevos movimientos y efectos.
Mientras que en Yurimaguas, la selva del Perú se une a la celebración con lindos pesebres y un árbol gigante de Navidad, destacando elementos culturales como la cabeza de un otorongo, sin dejar de lado los clásicos elementos navideños como la figura de Papá Noel.