Una tragedia ocurrió el pasado sábado por la madrugada en Cusco, cuando un tren de carga que iba de Machu Picchu a Ollantaytambo se descarriló a la altura del kilómetro 79, debido al desprendimiento de rocas. El fatal incidente cobró la vida del maquinista Rey Pérez Flores y dejó heridos a Alfredo Timoteo Fuyo, de 40 años, y Santiago Tobías Serrano, de 66 años.
Según comunicaciones de la empresa operadora del tren, las dos personas heridas, que eran parte de la tripulación, están actualmente recuperándose de manera satisfactoria en una clínica de la ciudad de Cusco. Estas noticias alentadoras sobre su estado de salud representan un pequeño consuelo después del trágico suceso.
En el informe oficial de la policía se indica que el descarrilamiento del tren ocurrió como resultado del desprendimiento de rocas en la zona, las cuales impactaron a la locomotora haciendo que esta cayera, junto con el maquinista y los dos tripulantes, al río Vilcatoma. Como consecuencia del accidente, el servicio de trenes se vio interrumpido pero pudo reanudarse desde el mediodía del mismo sábado, aunque con algunas afectaciones de frecuencias para los viajes de los turistas que tenían planeado viajar en horas de la mañana. No obstante se ha informado que, a día de hoy, el servicio ha sido completamente normalizado, retomando la actividad de trenes tanto con destino a Machu Picchu como de regreso a Ollantaytambo.
Es importante subrayar que este accidente se produjo pese a que en esta temporada no se han registrado lluvias en la zona. La línea férrea fue verificada y reparada ese mismo día por la empresa concesionaria, lo que permitió la reanudación de la operatividad.