Cientos de fieles demuestran su devoción hacia el Señor Cautivo arrastrándose en el pavimento por varios kilómetros para visitarlo en el mes de octubre de todos los años. Incluso, muchos religiosos hacen dicho recorrido en silla de ruedas, demostrando que para la fe no existen barreras.
Asimismo, varias familia se hacen presentes en este homenaje, donde van a agradecer al señor Cautivo por los milagros realizados en su vida o para realizar una petición.
Como se recuerda, la festividad del Jesucristo de Ayabaca se celebra por dos semanas, donde los feligreses muestran su fe participando de varias procesiones en distinta zonas importantes del norte del país.
Los peregrinos de la provincia de Tumbes y Ecuador caminan largos tramos de la Panamericana Norte para llegar hasta el distrito de Corrales, donde se encuentra la iglesia Virgen de Fátima que guarda una réplica exacta del Cristo de Ayabaca.
