Una tarde familiar terminó en tragedia en Ventanilla. Dos adolescentes, amigos y compañeros de colegio, ingresaron al mar en la playa Costa Azul alrededor de las 5:00 p. m. del último domingo y, desde entonces, permanecen desaparecidos.
Según el testimonio del padrastro de uno de ellos, Juan Emilio (16) se bañaba cerca de la orilla. Sin embargo, en un descuido de minutos, su familia le perdió el rastro. Primero pensaron que se había movido a otra zona, pero tras 20 o 30 minutos la preocupación creció. Entonces dieron aviso a los serenos que patrullaban el lugar y comenzó la búsqueda.
El hecho se registró a la altura de dos embarcaciones varadas en la playa, conocidas por los vecinos como el “barco fantasma”, debido a que llevan dos años en el mismo punto. De acuerdo con la versión recogida en la zona, la corriente habría arrastrado a los menores cuando intentaban nadar en los alrededores, donde el oleaje forma remolinos y se generan huecos en el fondo marino.
El vocero de la Municipalidad de Ventanilla, César Vargas, informó que se coordinó con la Marina de Guerra, la Policía Nacional y el cuerpo de salvataje para desplegar acciones de búsqueda. Además, indicó que el municipio cursó documentos a DICAPI, entidad que debe disponer el retiro de las embarcaciones o definir medidas para mitigar el riesgo. Mientras tanto, se han colocado letreros de advertencia en el litoral para evitar que bañistas intenten acercarse, ya que, aunque el barco parece estar a pocos metros, estaría aproximadamente a 80 o 100 metros de la orilla, lo que crea una falsa sensación de cercanía.
No obstante, para los familiares las medidas no son suficientes. Señalan que los avisos deben reforzarse y que se necesita un control más estricto para impedir que los veraneantes se aproximen a la zona, sobre todo porque —según el municipio— en temporadas anteriores se han registrado múltiples rescates en ese tramo de playa.
En paralelo, se confirmó que la Capitanía del Callao y el equipo de salvataje continúan con las labores para ubicar a los menores, mientras sus familias piden que se dupliquen los esfuerzos hasta obtener resultados.


