La capital vivió una jornada de violencia en distintos puntos debido a enfrentamientos entre barristas de Universitario de Deportes y Alianza Lima, a pocas horas del clásico del fútbol peruano. Lo que debía ser una fiesta deportiva se convirtió en una serie de disturbios que afectaron a Surquillo, Los Olivos, Santa Anita, Villa María del Triunfo y La Molina, donde el temor y el desorden se apoderaron de calles y avenidas principales.
Enfrentamientos y caos urbano
En Surquillo, los disturbios se produjeron en la intersección de Jr. San Pedro con la avenida Angamos, donde se reportó el intercambio de piedras y bombardas entre hinchas rivales, generando pánico entre vecinos y transeúntes. Algo similar ocurrió en Santa Anita, en plena avenida La Cultura, donde la zona quedó cubierta de restos de palos y proyectiles tras los choques.
La violencia también alcanzó a Los Olivos, cuando en plena Panamericana Norte grupos de barristas invadieron la vía y se enfrentaron frente a los vehículos en tránsito. Conductores y pasajeros quedaron atrapados en medio del desorden, generando momentos de tensión y desconcierto en una de las arterias más concurridas de Lima.
Finalmente, en La Molina se observaron largas columnas de hinchas caminando hacia el estadio Monumental, generando embotellamientos y temor entre los vecinos. La Policía Nacional del Perú desplegó operativos en todos los distritos afectados para dispersar a los grupos y restablecer el orden. Sin embargo, la magnitud de los incidentes vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la violencia ligada al fútbol y los riesgos que implica para la ciudadanía.