Desde muy temprano, cientos de personas se congregaron en los alrededores de la avenida Brasil para asegurar un lugar en la Gran Parada Militar por Fiestas Patrias. Sin embargo, la expectativa dio paso a la frustración cuando se restringió el ingreso en el cruce con la avenida Bolívar, una zona que, en principio, había sido destinada para el público general. Quienes aguardaban desde la madrugada reclamaron que no se les advirtió de ningún requisito adicional, como un pase especial, lo que generó desconcierto y malestar.
Muchos ciudadanos, llegados desde distintos puntos de Lima como Ancón, Ventanilla, Puente Piedra o Huachipa, esperaban con bancos y hasta menores en brazos, pero se encontraron con un control más estricto por parte de la Policía que les impidió ver de cerca el desfile por Fiestas Patrias. Según relataron, algunos incluso llevaban más de cinco horas esperando. Hubo empujones, quejas por el frío y llamados a las autoridades para brindar una solución. La desinformación fue la principal queja de los asistentes, quienes señalaron que no hubo comunicación oficial que anticipara la medida.
Ingreso por aforo y orden: el argumento de la Policía
La Policía Nacional del Perú explicó que no se trató de una restricción total, sino de un control momentáneo por el aforo. El comandante a cargo indicó que, en algunos tramos como el cruce con la avenida Bolívar, ya se había alcanzado una concentración considerable de público y se buscaba evitar aglomeraciones peligrosas. La medida se adoptó para prevenir empujones o situaciones que pusieran en riesgo la integridad de los asistentes. Por ello, se empezó a permitir el ingreso de manera gradual, en fila de uno y con verificación del DNI.
A pesar del caos inicial, el ingreso fue retomado con mayor orden y la Policía recomendó a los ciudadanos dirigirse a otras cuadras más despejadas de la avenida Brasil, como las ubicadas entre las alturas de la cuadra 13 a la 16, donde aún había espacio disponible. El incidente dejó en evidencia la necesidad de una mejor planificación y comunicación previa para evitar que se repitan escenas similares en futuros eventos de gran convocatoria.