Este lunes 28 de julio, decenas de personas provenientes de regiones como Puno, Ayacucho y Huancavelica llegaron a Lima para sumarse a una movilización nacional que exige justicia por las víctimas de las protestas registradas entre 2022 y 2023. La concentración se llevó a cabo en las inmediaciones de la Alameda de los Paseo de los Héroes Navales, frente al Palacio de Justicia, donde más de un centenar de ciudadanos alzaron su voz en contra del gobierno de Dina Boluarte.
Entre los asistentes se encontraban miembros de la Comisión Nacional de Familiares de Víctimas y Personas Asesinadas en las Protestas, quienes reiteraron su demanda de justicia por las más de 50 muertes ocurridas durante las manifestaciones. A manera simbólica, trajeron ataúdes vacíos como recordatorio de quienes perdieron la vida. “Nuestros muertos no son olvidados. Seguimos cargando con el dolor y la pena, venimos a Lima para exigir justicia”, afirmó un portavoz del colectivo.
Reclamos que no cesan: justicia, reparación y no repetición
El clamor de los manifestantes no se limitó al pedido de justicia. También reclamaron reparación integral, garantías de no repetición y responsabilidades claras por las víctimas mortales y heridos. Uno de los participantes, sobreviviente de los enfrentamientos en Juliaca, denunció la indiferencia del Estado. “Tengo una herida de bala que me atravesó el cuerpo. Hoy no puedo trabajar y el gobierno no responde”, señaló, visiblemente afectado.
Los familiares de las víctimas advirtieron que su lucha no ha terminado y que continuarán movilizándose hasta que el Estado asuma su responsabilidad. “Esto no puede volver a pasar. No quiero que mis hijos salgan a protestar y terminen muertos. Queremos derechos, no represión”, expresó el mismo manifestante, indignado por lo que considera una amenaza latente contra la ciudadanía que se moviliza.