Una nuevo ataque por extorsión vuelve a poner en evidencia el clima de inseguridad en San Juan de Lurigancho. Esta vez, la víctima fue Henry Espinoza Carrasco, un colectivero de 29 años y padre de tres niños —el menor de apenas dos meses—, quien fue atacado a tiros mientras manejaba una unidad de la empresa Urbanito.
El hecho ocurrió el último martes al mediodía, luego de que el conductor dejara a sus últimos pasajeros en el asentamiento humano Oropesa Chonta. Según testigos, dos sujetos en motocicleta interceptaron el vehículo; uno de ellos bajó y le disparó tres veces. “Le han metido como cuatro plomos”, relató un testigo.
VÍCTIMA LUCHA POR SU VIDA
Una de las balas permanece alojada en su cuerpo. Espinoza fue trasladado de emergencia al hospital de San Juan de Lurigancho y permanece a la espera de una cirugía.
Su madre confirmó que la empresa para la que trabaja su hijo viene siendo extorsionada. “A cada unidad le exigen 10 soles por día. Son más de 100 vehículos”, contó. Sin embargo, todo indica que los criminales habrían aumentado sus exigencias, y tras el desacuerdo, se produjo este nuevo atentado.
El miedo crece. En lo que va del año ya son cuatro ataques contra trabajadores de Urbanitos. En febrero, uno fue asesinado. En abril, otro quedó gravemente herido. El ataque más reciente reaviva el temor entre los conductores, que afirman sentirse desprotegidos.
La Policía informó que tras una llamada anónima se intervino a cinco sospechosos, uno de los cuales habría participado en el atentado. El presunto sicario intentó escapar por los techos antes de ser capturado y fue llevado a la comisaría de Santa Elizabeth, donde se realizarán las diligencias correspondientes.
