Con una destreza admirable y una sonrisa constante, Gilberto Santisteban Sandoval demuestra cada día que no existen límites cuando hay voluntad. Nació sin brazos, pero aprendió a usar los pies como sus principales herramientas de trabajo, tanto para reparar computadoras como para pintar cuadros con técnicas profesionales.
UN EJEMPLO DE SUPERACIÓN
Desde hace más de 20 años, Gilberto trabaja como encargado de soporte técnico en la Municipalidad de San Juan de Miraflores, donde se encarga de resolver problemas de computadoras, redes e impresoras. “Nada es imposible”, repite, mientras manipula tornillos diminutos y herramientas con una precisión sorprendente.
Pero su talento va más allá del mundo de la informática. Desde hace una década, Gilberto también es pintor profesional y miembro de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie. Sus obras, llenas de vida, color y técnica, le toman semanas de dedicación y se han convertido en una fuente de ingresos y orgullo. Actualmente, vende cuadros y también dicta clases de arte en su taller personal.
Uno de sus sueños más grandes es ser reconocido internacionalmente como artista y representar al Perú en exposiciones en el extranjero. “Me gustaría mostrarle al mundo que, aunque no tengo brazos, tengo muchas metas y mucho que dar”, afirma con entusiasmo.
Además, Gilberto maneja un vehículo con los pies, aunque lamenta que, pese a haber presentado su solicitud hace más de dos años, aún no ha recibido una respuesta del Ministerio de Transportes para poder obtener su brevete.
Padre de tres hijos, se muestra orgulloso de ser un ejemplo para ellos. “Mis hijos me dicen que están orgullosos de mí. Me siento feliz de ser su papá”, comenta emocionado.
Si deseas adquirir una de sus obras o contactarlo para clases de pintura, puedes escribirle al número 990 973 133 o buscarlo en Facebook como Gilberto Santisteban Sandoval y en TikTok con el mismo nombre.
Una historia que nos recuerda que los verdaderos límites solo existen si dejamos que se impongan.