María Victoria se convirtió en madre mientras se encontraba recluida en el Penal de Mujeres de Chorrillos y gracias a los convenios y programas del INPE puede gozar de su pequeña hija, darle de lactar, guiar sus primeros pasos y verla crecer.
Ella tiene un sueño, y al recobrar su libertad anhela abrir un salón de belleza para engreír a esa persona que nunca le dio la espalda, su madre.
“Mi mamá hizo lo imposible por estar acá a la semana que yo caí y mi mamá tiene el año y dos meses que yo tengo acá presa… mi mamá se vino para acá” cuenta muy emocionada.
Y este caso es uno de los que forman parte del programa de resocialización las internas donde pueden participar de talleres y aprender nuevos oficios.
Cabe señalar que al interior de este penal existe el centro educativo de educación inicial María Parado de Bellido donde atienden a los hijos de las reclusas de este centro penitenciario.
En este día de la madre queremos rendir tributo a aquellas mujeres que encerradas y privadas del contacto con el exterior siguen dándolo todo por sus familias.