En la zona de Ayabaca en Punta Negra, los vecinos se enfrentan a los estragos del desborde de la quebrada Santa Rosa que dejó grandes pérdidas. El huaico arrasó todo a su paso y la fuerza de la naturaleza destruyó zonas ganaderas, establos, casas y negocios.
Los más afectados no solo fueron los vecinos, sino los animales que corrieron a su suerte para salvarse. Los dueños de los animales intentaron rescatar a algunos, mientras que otros escaparon del lugar y algunos están desorientados y asustados caminando entre los escombros y el lodo, entre ellos las vacas.
La población pide ayuda a las autoridades que hasta el momento no se hacen presente en las zonas afectadas, para que con maquinaria pesada saquen el lodo de las viviendas y puedan recuperar algunas de sus pertenencias.