La noche del miércoles 4 de enero, un grupo de vecinos de San Martín de Porres lograron reconocer y detener a Renato Martín Huamán Almerí de 26 años, el sujeto que entró a robar a una casa y ultrajó a una menor de apenas 10 años.
Este sujeto permaneció 17 días prófugo de la justicia, donde sus principales escondites habrían sido centros de rehabilitación.
Sin escapatoria y con un examen de médico legista, que comprueba la agresión sexual cometida, este criminal primero intentó justificar su delito asegurando que se encontraba bajo los efectos del alcohol; sin embargo, a los minutos rompió en llanto y aceptó haber ultrajado a la pequeña de 10 años.
"He estado ebrio, estaba borracho. (¿No te diste cuenta que era una niña?) No me he dado cuenta, ingresé a su habitación y la toqué, pensé que era una señorita y por eso normal (...) no gritó ni nada", declaró ante las autoridades. "Lo lamento, yo también tengo sobrina", dijo entre lágrimas.
GRAN CANTIDAD DE DENUNCIAS
Pero la pregunta que sigue sin ser resuelta es cómo este desalmado sujeto seguía libre en las calles pese a tener 26 denuncias policiales, otras 18 en la Fiscalía y una requisitoria vigente. Según la Policía, habrían sido las autoridades judiciales las responsables de esta indignante situación.
Una justicia que el padre de esta menor espera esta vez no le falle y no deje en libertad al responsable de haber abusado de su hija quien además ha reconocido plenamente a su agresor.
PIDEN RESGUARDO POLICIAL
Pero pese a saber que Renato Huamán ya ha sido detenido la calma aún no regresa a esta familia, que no solo pide ayuda psicológica permanente para la menor, sino también resguardo policial.
Para la abogada y vocera de la familia, Rosario Sasieta, la pena que se debería aplicar según ley a este criminal es la cadena perpetua.
