Su talento y amor por las leyes de la física han excedido todos los límites. En medio de las carencias que les tocó vivir, un cohete armado con botellas de plástico y cinta aislante es su carta de presentación, pues están enamorados de la basta infinidad del espacio coincidiendo con el mismo anhelo: completar sus estudios de astrofísica en el extranjero.
Se trata de María Isabel, Mario y Flor, alumnos del Colegio Prolog de Villa María del Triunfo, y multi campeones internacionales de matemática y astrofísica. En abril pasado, Flor y una delegación peruana conquistaron el tercer lugar en las olimpiadas europeas de matemáticas para mujeres, superando a otras 48 delegaciones de todo el mundo.
La pandemia los aisló, pero aún así encontraron la forma de seguir estudiando. Ahora es turno de Mario Gilvonio, orgullo nacional, subcampeón de matemáticas a nivel de capitales en el mundo. Los tres son hijos de padres de clases trabajadora y pujante, muchas veces pese al reconocimiento internacional olvidados por nuestras autoridades.
