El mercado Santa Cruz ubicado en Miraflores, se ha convertido en un ejemplo que deberían imitar otros mercados del país, pues se han trazado protocolos de limpieza que los comerciantes y clientes siguen de manera estricta.
Desde el ingreso hay un tapete para desinfectar el calzado, se toma la temperatura de los clientes, y se exige la limpieza de manos con gel, además quienes tengan más de 37 grados de temperatura no pueden ingresar.
En el piso se han trazado círculos con una distancia de dos metros, para que no haya aglomeración entre los clientes. Asimismo, el espacio de los pasadizos es amplio y se realiza una limpieza continua. El aforo en este lugar se ha reducido, pues era de 350 y ahora es de 180 personas.
Otra medida efectiva es la manera del despacho del producto, que se realiza con mucha distancia. Los vendedores desinfectan las bolsas con los productos y son dejados en una canasta para evitar el contacto directo con los clientes.
Cada trabajador usa mandiles de seguridad, gorros, mascarillas y guantes, y también se permite el pago de manera digital.