Gran asombro causó entre los simpatizantes y autoridades políticas la bofetada que un ciudadano le propinó a Emmanuel Macron cuando se acercaba al grupo que lo saludaba. Tras el escándalo, un tribunal de Valence condenó al agresor a 18 meses de cárcel, de los cuales 14 en suspenso.
El acusado fue identificado como Damien Tarel de 28 años, fue acusado por la fiscalía por violencia contra una persona que ostenta autoridad pública. Además, durante la audiencia, el representante del Ministerio Público aseguró que fue un “acto de violencia deliberada”.
El sujeto admitió haber abofeteado al presidente porque simpatiza con el movimiento antigubernamental de los “chalecos amarillos” y se declaró afín a la derecha o derecha extrema, aunque dijo que no pertenece a ningún partido político en específico.