Curioso. En Brasil, un repartidor de gas que estaba siendo asaltado por un delincuente consiguió no solo persuadirlo de no hacerlo. Hasta se despidió de su atacante con un gesto de amistad.
El hecho ocurrió en Sao Paulo y, según el registro de las cámaras, se puede ver cómo comienza a hablarle al delincuente motorizado tras ser interceptado, aunque por momentos el ladrón parece querer llevarse su celular, el repartidor no desiste.
Finalmente el corazón del delincuente se ablanda y decide irse, no sin antes chocar puños con el trabajador, quien incluso responde con un abrazo.