Todos pugnaban por conseguir una consola. El caos se desató en Japón luego de que decenas de personas se empujaron y aglomeraron por conseguir un PlayStation 5 de una tienda electrónica en Tokio.
Debido a que la venta del producto no tenía requisitos, como la compra de una membresía o separar online, el anuncio de su venta atrajo de decenas de personas quienes rompieron los protocolos de seguridad.
Ante ello, los dueños de la tienda tuvieron que llamar a la policía, que canceló la venta 15 minutos después del caos. De esta manera, se logró controlar al descontrolado público que deseoso buscaba adquirir el juego.