Un enorme barco ruso terminó volcado luego que gran parte de su estructura fue consumida por un incendio en altamar cerca al puerto de Tromso al norte de Noruega.
La embarcación estaba transportando en ese momento un tanque de amoníaco y alrededor de 200 mil litros de combustible. Pese a los esfuerzos de los bomberos, pasadas 24 horas, gran parte del barco terminó sumergido en el mar.
Horas antes, las autoridades habían ordenado la evacuación de las zonas próximas a la unidad por riesgo de explosión. Además, 12 de sus 29 tripulantes, fueron trasladados a centros médicos por inhalación de humo.
Hasta el momento las autoridades que investigan el siniestro tienen como hipótesis la negligencia de los trabajadores que fumaban constantemente a pesar de tener como carga sustancia inflamable.