Al menos 13 reclusos muertos y 26 heridos, ocho de gravedad, incluyendo un policía estatal, causó hasta ahora un violento motín en el penal de Cadereyta, estado de Nuevo León, México.
Las autoridades locales informaron que la protesta de la madrugada fue controlada pero a la tarde se reactivó con la participación de unos 150 internos que comenzaron a quemar basura y colchones, así como a agredir a las fuerzas de seguridad que entraron al centro de detención.
En las afueras de la prisión, decenas de familiares que se reunieron para conocer la situación en el interior de la misma reclamaron que las autoridades no les dieron información sobre la lista de heridos o de víctimas fatales.