Un informe denuncia que el régimen Norcoreano realizó ejecuciones en espacios públicos, como colegios. Son en total 375 desertores que los acusan de ordenar asesinatos masivos. El informe fue elaborado por una ONG, con sede en Corea del Sur, y en su contenido aparecen los lugares en los que, de acuerdo a los testigos, eran realizadas las ejecuciones y hasta los entierros.
Las decisiones de los asesinatos eran tomadas a raíz de delitos como robo, prostitución e incluso, por sorprendete que parezca, por mirar televisión surcoreana, una forma empleada por Pyongyang, explica el reporte, para desalentar ciertos comportamientos.
Los entrevistados detallaron, además, que algunas personas perdían la vida a golpes, pues, dicen que para el régimen de Kim Jong Un no valía la pena emplear balas en los crímenes.