Luego que Corea del Norte realizara una nueva prueba balística, varios gobiernos han salido al frente para condenar el reciente ejercicio militar. El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo que mantendrá un alto nivel de alerta frente a estas pruebas, y además, aseveró que el ensayo norcoreano representa una clara violación a la resolución del consejo de seguridad de la ONU.
El presidente de los estados unidos, Donald Trump, también se pronunció sobre el hecho. Por su parte el gobierno ruso hizo un llamado a los países implicados en la solución de la crisis a actuar con moderación.
Mientras que el gobernante de Corea del Sur, Moon Jae-In, sostuvo que la decisión de Pyongyang es una grave amenaza para la estabilidad y paz de la península coreana y de la comunidad internacional.